Mi nombre es Sha Ni Ka He. Nacida y criada en Suiza, me he preguntado desde pequeño sobre el sentido de mi existencia en esta vida. Desde el principio me di cuenta de que no estaba aquí simplemente para funcionar, sobrevivir o satisfacer mis sentidos a corto plazo. Cuestioné la vida, los sistemas insensibles y las actitudes inconscientes de las personas. Muchas veces vi el sufrimiento en las almas y me pregunté por qué nadie vive su autenticidad. Más tarde me quedó claro que todos estaban condicionados y se ignoraban a sí mismos, cada uno a su manera. Sabía que no quiero ser así. Por eso siempre seguí mi corazón no importa del prejuicio desde lo colectivo.

 

Seguir mi corazón inicialmente me llevó a sufrir crisis vitales y depresión profundas y prolongadas ya a una edad temprana. Intuitivamente, a menudo me refugiaba durante años en el silencio, en la naturaleza, en mí mismo. Estar solo, reflexionar más claramente y afrontar las sombras incomodas que hay dentro de mí. Fue allí, en los rincones más oscuros de mi alma, donde desperté conscientemente de los patrones destructivos por primera vez. Me despegué del buscador en mí y gané más espacio para mi esencia.

 

Como resultado, empezó a vivir mi verdad cada vez más con valentía. Este fue sólo uno de los regalos de mi corazón que se me reveló en la "oscuridad". Hoy acompaño a las personas por los pasajes oscuros de sus almas. Porque allí mismo nos espera mucha sabiduría y transformación. Simplemente lo hemos olvidado y lo buscamos afuera.

 

Nacida en este camino, me he entregado años experimentando mi propia sanación ancestral y siguiendo uno de las señales que me llevaron al Amazonas en Perú. Allí pasé varios meses en aislamiento y inicié mi práctica. En medio de desafíos y transformaciones, experimenté allí un silencio profundo que lo decía todo. En este espacio sagrado, recibí iniciaciones y enseñanzas de los espíritus que me ayudaron a redescubrir los dones y propósito innatos. Recibí el permiso para servir como puente para la curación y la guía espiritual.

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Mi viaje hacia el chamanismo no fue una elección, sino una vocación profunda y persistente que no podía ignorar mas. Un llamado que me pone a pruebas en las aguas más profundas. ​Los espíritus eligen al curandero, no nosotros. Hoy en día la gente confunden eso. Este no es un trabajo una education que se obtiene de un profesor. Este es un propósito de la vida.

 

Vivimos con mi mujer y nuestros hijos en Europa. Tratamientos posible mundial.​​